Un poco de relajo, cortesia del ex- Stone Roses Ian Brown
For Each A Road
For every man a religion
Forget everybody and remember
you got a fear...
final execution and resurrection
fantastic expectation amazing revelation
miércoles, 6 de febrero de 2008
viernes, 30 de noviembre de 2007
Forma
"...hay que encontrar una morfología que de cuenta del proceso del pensamiento, saber que pasa cuando uno piensa..." (Roberto MattaDeleuze)
El estudio de la forma tradicionalmente ha sido enfocado desde dos perspectivas esenciales.
Por un lado, se le ha asociado a temas de composición y percepción. Fundamental en este sentido es la obra de Rudolph Arnheim, psicólogo cuyo trabajo siempre estuvo ligado a la arquitectura, como experiencia de la percepción (Gestalt). Esta relación sujeto - obra, originada desde el antropocentrismo renacentista, deja en el aire la pregunta por la experiencia de dicho sujeto, más allá de la mera percepción.
Por otro lado, la forma, entendida como objeto, ha sido tratada tipológicamente. Desde la concepción de los tipos clásicos (dórico, jonico, corinto y toscano), la forma ha debido responder a ciertas tipologías, las cuales se han enraizado en determinados momentos históricos, representando ciertas aspiraciones culturales y compromisos sociales.
Sin embargo, también es posible asociar la forma a la existencia misma de las cosas, en cuanto estas están determinadas. Lo anterior no busca refutar las anteriores concepciones; más bien, busca complementarlas en el entendimiento del habitar, aquel problema eseniual de la arquitectura.
La búsqueda constante de lo que significa la forma arquitectónica lleva a plantear la siguiente idea: si la forma es aquello que hace que la materia sea; y si a su vez, la arquitectura es en cuanto habitamos la obra, la forma y el habitar están intrínsecamente vinculados.
Esto se denomina la experiencia formal; una experiencia pues es un acontecimiento de la arquitectura (la forma, según Aristóteles es un acto, una actualidad), y formal pues determina la naturaleza de aquella experiencia.
Sobre esta idea se pretende avanzar, en la busqueda de la desmitificación de la forma como mera formalidad simétrica.
El estudio de la forma tradicionalmente ha sido enfocado desde dos perspectivas esenciales.
Por un lado, se le ha asociado a temas de composición y percepción. Fundamental en este sentido es la obra de Rudolph Arnheim, psicólogo cuyo trabajo siempre estuvo ligado a la arquitectura, como experiencia de la percepción (Gestalt). Esta relación sujeto - obra, originada desde el antropocentrismo renacentista, deja en el aire la pregunta por la experiencia de dicho sujeto, más allá de la mera percepción.
Por otro lado, la forma, entendida como objeto, ha sido tratada tipológicamente. Desde la concepción de los tipos clásicos (dórico, jonico, corinto y toscano), la forma ha debido responder a ciertas tipologías, las cuales se han enraizado en determinados momentos históricos, representando ciertas aspiraciones culturales y compromisos sociales.
Sin embargo, también es posible asociar la forma a la existencia misma de las cosas, en cuanto estas están determinadas. Lo anterior no busca refutar las anteriores concepciones; más bien, busca complementarlas en el entendimiento del habitar, aquel problema eseniual de la arquitectura.
La búsqueda constante de lo que significa la forma arquitectónica lleva a plantear la siguiente idea: si la forma es aquello que hace que la materia sea; y si a su vez, la arquitectura es en cuanto habitamos la obra, la forma y el habitar están intrínsecamente vinculados.
Esto se denomina la experiencia formal; una experiencia pues es un acontecimiento de la arquitectura (la forma, según Aristóteles es un acto, una actualidad), y formal pues determina la naturaleza de aquella experiencia.
Sobre esta idea se pretende avanzar, en la busqueda de la desmitificación de la forma como mera formalidad simétrica.
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